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Gestión Energética y Descarbonización en la Manufactura: Impulsando la Eficiencia y la Sostenibilidad (Julio de 2025)

  • Foto del escritor: Adriana Gutierrez, Digital Media Producer
    Adriana Gutierrez, Digital Media Producer
  • 17 jul
  • 5 Min. de lectura


Para los fabricantes a nivel mundial, la energía es tanto una necesidad fundamental como un desafío significativo. Es un costo operativo principal y un importante contribuyente al impacto ambiental. Sin embargo, en junio de 2025, la narrativa está cambiando de una aceptación pasiva del consumo de energía a una búsqueda proactiva de estrategias avanzadas de gestión energética y descarbonización. Esto no se trata solo de responsabilidad social corporativa; se trata de mejorar la eficiencia operativa, construir resiliencia y asegurar una ventaja competitiva en un mercado global en rápida evolución.



El Imperativo del Cambio: Costos, Cumplimiento y Clima


Los fabricantes enfrentan una creciente presión desde múltiples direcciones para optimizar su huella energética:


  • Aumento de los Costos Energéticos: La volatilidad de los mercados energéticos globales continúa elevando los gastos operativos, impactando directamente la rentabilidad. El uso eficiente de la energía ofrece un camino directo hacia la reducción de costos (Deloitte, Decarbonizing Manufacturing: A roadmap for industrial companies, Mayo de 2025).


  • Regulaciones y Cumplimiento Más Estrictos: Los gobiernos y los organismos internacionales están implementando regulaciones ambientales más estrictas, mecanismos de fijación de precios del carbono y requisitos de informes de sostenibilidad. La descarbonización proactiva ayuda a las empresas a cumplir estas obligaciones y evitar sanciones (International Energy Agency, Energy Efficiency 2024, Octubre de 2024).


  • Demanda de Inversores y Consumidores: Existe una creciente presión de inversores, clientes y el público para que las empresas demuestren un compromiso genuino con la gestión ambiental. Un sólido perfil de sostenibilidad puede mejorar la reputación de la marca, atraer inversiones y abrir nuevas oportunidades de mercado.



Gestión Energética Inteligente: La Base de la Eficiencia


El primer paso hacia la descarbonización es la gestión energética inteligente. Los fabricantes modernos están implementando tecnologías inteligentes para obtener una visibilidad y un control sin precedentes sobre su consumo de energía:


  • Monitoreo de Energía en Tiempo Real: La implementación de sensores habilitados para IoT y medidores inteligentes en todas las instalaciones permite a los fabricantes recopilar datos granulares y en tiempo real sobre el uso de energía por máquinas, procesos y departamentos específicos. Estos datos granulares ayudan a identificar ineficiencias, patrones de consumo pico y desperdicio de energía (Honeywell, Industrial IoT Trends for 2025, Mayo de 2025).


  • Análisis de Datos e Integración de IA: Las plataformas avanzadas de análisis, a menudo impulsadas por inteligencia artificial, procesan esta vasta cantidad de datos energéticos. Pueden predecir la demanda de energía, identificar anomalías, recomendar programas de operación óptimos e incluso sugerir mantenimiento para equipos que consumen mucha energía antes de que ocurran fallas. Esto transforma la gestión energética reactiva en un proceso proactivo y predictivo (Capgemini Research Institute, The Journey to Net Zero: Decarbonization in Manufacturing, 2023).


  • Sistemas de Control Automatizados: La integración de datos energéticos con los sistemas de gestión de instalaciones y producción permite ajustes automatizados en la iluminación, el HVAC, los estados de energía de la maquinaria y los parámetros del proceso basados en las condiciones en tiempo real, asegurando que la energía se consuma solo cuando y donde sea realmente necesaria.



Rutas de Descarbonización: Enfoques Estratégicos para Fabricantes


Más allá de optimizar el uso actual de la energía, los fabricantes están persiguiendo activamente estrategias para hacer la transición de operaciones intensivas en carbono:


  1. Transición a Fuentes de Energía Renovable:

    • Generación en el Lugar: La instalación de paneles solares (fotovoltaicos y de concentración) en los tejados de las fábricas o en terrenos adyacentes, o incluso pequeñas turbinas eólicas, puede alimentar directamente las operaciones y reducir la dependencia de la electricidad de la red, especialmente para los fabricantes con disponibilidad significativa de terreno (UNIDO, Industrial Decarbonization: A Pathway to Net Zero, 2024).

    • Adquisición Externa: Para aquellos sin espacio para la generación en el lugar, la compra directa de energía renovable a proveedores de servicios públicos, la celebración de Acuerdos de Compra de Energía (PPA) con desarrolladores de energía renovable o la adquisición de certificados de energía renovable son estrategias cada vez más comunes para obtener energía más limpia (Deloitte, Decarbonizing Manufacturing: A roadmap for industrial companies, Mayo de 2025).


  2. Optimización de Procesos y Electrificación:

    • Equipos Eficientes Energéticamente: Invertir en maquinaria, motores e iluminación de próxima generación (por ejemplo, LED) que consumen significativamente menos energía para la misma producción. Esta es un área de mejora continua con rápidos retornos.

    • Electrificación de Procesos Industriales: El cambio de combustibles fósiles para el calor de proceso (por ejemplo, calderas, hornos) a alternativas eléctricas alimentadas por electricidad renovable. Aunque es un desafío para los procesos de alta temperatura, los avances en calefacción eléctrica, bombas de calor y generación de vapor eléctrica lo están haciendo más factible para una gama creciente de aplicaciones (International Energy Agency, Energy Efficiency 2024, Octubre de 2024).


  3. Recuperación de Calor Residual:

    • Los procesos industriales a menudo generan cantidades sustanciales de calor residual. Las tecnologías que capturan este calor residual y lo reutilizan para otros procesos (por ejemplo, precalentar materiales entrantes, generar electricidad, calentar espacios) pueden mejorar drásticamente la eficiencia energética general y reducir la necesidad de insumos de energía primaria (UNIDO, Industrial Decarbonization: A Pathway to Net Zero, 2024).


  4. Captura, Utilización y Almacenamiento de Carbono (CCUS):

    • Para los sectores difíciles de descarbonizar con emisiones de proceso inevitables (como la producción de cemento o acero), se están explorando e implementando tecnologías CCUS para capturar el CO2 antes de que entre a la atmósfera. El carbono capturado se puede almacenar permanentemente o utilizar en otros procesos industriales (Deloitte, Decarbonizing Manufacturing: A roadmap for industrial companies, Mayo de 2025). Aunque aún está en desarrollo, es una solución crítica a largo plazo para industrias pesadas específicas.



Beneficios Más Allá del Balance General


La implementación de estrategias sólidas de gestión energética y descarbonización ofrece múltiples ventajas:


  • Ahorro de Costos: La reducción del consumo de energía disminuye directamente los gastos operativos.


  • Resiliencia Mejorada: Una menor dependencia de los mercados volátiles de combustibles fósiles y fuentes de energía diversificadas mejoran la estabilidad operativa.


  • Mejora de la Reputación de la Marca: Demostrar liderazgo ambiental puede atraer a clientes e inversores conscientes del medio ambiente.


  • Cumplimiento Normativo: Las medidas proactivas aseguran el cumplimiento de las leyes ambientales en evolución y evitan posibles sanciones.


  • Innovación y Ventaja Competitiva: Impulsar la innovación energética puede conducir a nuevas tecnologías, productos y procesos que diferencian a una empresa en el mercado.



Conclusión


A partir de julio de 2025, la gestión energética y la descarbonización ya no son temas de sostenibilidad de nicho; son pilares estratégicos fundamentales para la excelencia en la fabricación. Al adoptar tecnologías energéticas inteligentes, invertir en soluciones renovables, optimizar procesos y explorar métodos avanzados de reducción de carbono, los fabricantes pueden lograr una poderosa trifecta: ahorros de costos significativos, mayor resiliencia operativa y una contribución sustancial a los objetivos globales de sostenibilidad. Este enfoque proactivo asegura que las fábricas del futuro no solo sean eficientes y rentables, sino también administradoras ambientalmente responsables de los recursos del planeta.

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